Educar en igualdad a los más pequeños es el camino más seguro para evitar los comportamientos machistas y las ideas sexistas, que perpetúan la falsa creencia de superioridad del hombre sobre a mujer. La prevención y la educación deben ser los principales instrumentos en la lucha contra los malos tratos,sin embargo, paralelo a este camino de futuro debemos continuar con las medidas de protección y ayuda a las mujeres que sufren violencia en el ámbito doméstico.
Debemos incrementar las actuaciones para que las víctimas de estas agresiones abandonen su situación y puedan comenzar una nueva vida, alejadas de sus torturadores.